EL MITO DEL EGOÍSMO DE LOS GATOS

gato mirando

El egoísmo, definido según Wikipedia como que antepone el interés propio al ajeno…”, podría ser considerado por algunos como una actitud meramente humana, y que los animales no deberían de ser sometidos al mismo tipo de criterio que las personas.

 

Puede ser.

 

dueño jugando con su gato

 

 

Pero cuando vemos que nuestro gato se apodera de la cama, que con tal de comer llega y se nos planta en la cara para maullarnos y que le demos de comer, una parte de nosotros llega a dudar si el gato tiene algún tipo de consideración sobre los demás.

 

Y podríamos estar casi seguros de que los dueños de gatos se podrían dividir entre los que están de acuerdo con esta afirmación y los que creen que al contrario, los gatos son desinteresados y por eso es que nos dejan regalos* en la puerta.

 

(Aunque ese comportamiento ya lo explicamos en otra nota y no necesariamente tiene que ver con amabilidad, sino con un fin didáctico para cazar, impulsado por el instinto maternal del gato.)

 

De hecho la BBC recopiló muchas anécdotas de dueños de gatos donde comparten sus historias donde sus compañeros felinos los acompañaron durante 19 horas de parto, los apoyaban en momentos de dolor o los acompañaban durante períodos tristes de su vida.

 

gato mirando

 

A veces olvidamos que los gatos, más allá de ser domésticos, siguen siendo impulsados por algunos instintos salvajes, como son la cautela y la autopreservación. Además de que los gatos no fueron domesticados como otros animales, ya que su independencia y efectividad para controlar plagas cerca de asentamientos humanos hace cerca 10,000 años.

 

Los humanos no se pusieron a reproducir ciertas razas con comportamiento o características en particular; en realidad, la reproducción, vivienda y alimentación de los gatos se dejó, en gran parte, de manera natural, por lo que los gatos modernos aún pueden mantener muchas de esas cualidades salvajes.

 

Esta falta de “control” es lo que puede provocar que haya un gran espectro de comportamientos entre gatos: desde los que no quieren saber de nosotros en todo el día, hasta los que son grandes compañeros y están allí para nosotros cada vez que los necesitamos.

 

Es difícil definir con absoluta certeza si los gatos son inherentemente egoístas o no. La realidad es que hay de todo en la viña del Señor Gato (en este caso), por lo que que lo mejor que se nos ocurre para concluir es cerrar con una frase de Ernest Hemingway:

 

“Un gato tiene absoluta honestidad emocional; los humanos, por alguna u otra razón, pueden esconder sus sentimientos, pero un gato no”.

 

*Animales muertos.