VIAJANDO CON UN GATO

gato viajando en un auto

Cuando se es uno de los afortunados compañeros de casa de un gato sabrás bien que tienen tres humores al momento de salir del hogar:

– “Humano, no eres digno de sacarme de mi fortaleza”
– “¡¿Por qué me haces esto?! Esto es lo peor que me ha pasado en toda la vida.”
– “Te reto a sacarme. Veremos quién es el último de pie.”

Pero no se trata de que cada vez que haya algún viaje esta travesía se convierta en una escena digna de Soraya Montenegro.

 

gato en un auto

 

Por eso queremos compartir con el resto de fans algunos enfoques para que nuestro felino amigo se pueda relajar un poco más durante la salida.

 

1. Auto, nuestro Everest, nuestro Moby Dick: Según el portal Live Science el motivo por el que los gatos odian estar en un auto es porque son animales que aman la rutina (no los culpamos), por lo que estar en una situación ajena y donde no tienen control les causa estrés. La posible solución es una muy sencilla: irnos en el asiento trasero junto con ellos mientras alguien más maneja, para que puedas hablarle y tratar de distraerlo, ya que esto ayuda a aliviar a un animal temeroso. También funciona hacer que se acostumbre al auto, por lo que llevarlo unas dos o tres veces antes del viaje para que se familiarice, obvio sin encenderlo.

 

2. Ok, logramos dar el primer paso. ¿Qué sigue?: El próximo reto es encender el motor. “¿Y ya con eso nos vamos?” ¡NO! Esto, al igual que el paso anterior, se debe de repetir unas dos o tres veces sin movimiento. El nivel de estrés y ansiedad dependerá también del ruido del motor. Sí, todos esos con motor V8 —además de no ayudar mucho al ambiente— también le van a meter un gran susto a su gato. Debemos estar muy cerca a él/ella durante este punto, para que se sienta acompañado.

 

3. Ahora sí, es tiempo de acelerar…lentamente: ¡Tranquilo allí, Toretto! Los primeros viajes deben ser a baja velocidad y además, por obvias razones, con las ventanas arriba, ya que debemos estar preparados en caso de que los dos pasos anteriores no hayan funcionado en su totalidad y el intrépido felino decida probar suerte brincando a la calle.

 

4. Te has ganado tu premio, amigo gato: Nosotros siempre recomendaremos el refuerzo positivo sobre cualquier cosa. Por lo que cada vez que logremos un recorrido exitoso es buena idea darle una comida o juguete que le guste. Algo importante para tomar en cuenta,en caso de que sea comida, es que debe ser después del viaje, no durante. Ya que podría ocasionar que se marée y eso no va a terminar bien.

 

gato en su transportadora

 

Creemos que siguiendo estos pasos se puede lograr un paseo donde, tal vez no se convierta en su cosa favorita del mundo, pero pueda acostumbrarse para que no sufra.

 

Y para cerrar, una “ronda relámpago” de consejos:

 

No alimentarlo antes del viaje: En todo caso solo en paradas extensas y no menos de dos horas antes de comenzar el recorrido, para evitar accidentes.

 

Darle cariño siempre que podamos: Si su jaula transportadora (sí, es importante mantenerlo allí) tiene espacio suficiente puedes darle cariños, o incluso meter alguno de sus juguetes. Como decíamos antes, es importante que se sienta acompañado.