CÓMO ACARICIAR A TU GATO SEGÚN LA CIENCIA

cómo acariciar a tu gato según la ciencia

Te ha pasado que de repente estás acariciando a un gato, todo va con mucha normalidad y de la nada el gato se enoja, te muerde o te lanza un zarpazo. Si es así, a continuación te explicaremos qué es lo que pasa. Spoiler alert, no es culpa del gato, lo más probable es que lo estés acariciando de manera incorrecta.

Los gatos son muy distintos a los perros, las caricias no funcionan de la misma manera y esto se debe a su pasado. Los gatos domésticos no son tan distintos genéticamente a sus ancestros, es decir, sus cerebros todavía están programados para pensar como gatos salvajes. Es por eso que los gatos suelen ser solitarios y su comunicación suele ser de manera indirecta mediante mensajes visuales y químicos para evitar relacionarse demasiado.

cómo acariciar a tu gato según la ciencia

En cambio, los humanos somos una especie demasiado sociable y nuestra reacción inicial es querer acariciarlos cuando para los gatos esto puede llegar a ser algo abrumador.

cómo acariciar a tu gato según la ciencia

Es muy importante detectar todas las señales que emita el gato al que quieras acariciar. A las primeras señales de aviso, como las posturas, deja de acariciarlo. Algunas de estas señales, para darnos cuenta que el gato está incómodo es que mueva la cabeza en dirección contraria a la tuya, que se quede pasivo sin ronronear, que empiece a parpadear exageradamente o que aplane las orejas hacia los lados o hacia atrás.

Es importante que si el gato se molesta y reacciona enojado, nunca lo castigues ni física ni verbalmente por rechazar tus cariños. Recuerda, un gato no es como un perro. Tampoco lo fuerces al contacto y respeta los límites en la interacción con el gato.

Por otro lado, algunos estudios han demostrado que las zonas que más les gustan a los gatos para ser acariciados, es en la base de las orejas, debajo de la barbilla y cerca de las mejillas. No les gusta recibir caricias en la barriga, en el lomo, ni en la base de la cola.

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Algunas de las señales que puedes identificar para saber si al gato le están gustando las caricias, es con su ronroneo, si mantiene la cola erguida y si parece que amasa con las patas delanteras. Esas son buenas señales y significa que está disfrutando de tus cariños.

Los humanos debemos distinguir todas estas señales en caso de querer acariciar a un gato, si es que no queremos recibir algún rasguño o una mordida. Recuerda que respetar sus límites es la clave para llevar una mejor convivencia.