LA BIOLUMINISCENCIA: UN SÚPER PODER

súper poder

El mundo animal nunca deja de sorprendernos, con miles de especies descubiertas cada año es muy común que conozcamos habilidades y características que nos parecen increíbles.

 

Una de esas peculiaridades es la bioluminiscencia.

 

súper poder

 

¿Qué es eso?

 

Algunos ya sabrán qué es, porque son los más aplicados de salón en clase de etimologías, pero habrá gente que no. Les contamos: el término bioluminiscencia se refiere a la capacidad de crear luz por parte de un organismo vivo.

 

La primer persona que registró este tipo de sucesos fue nuestro viejo amigo Charles Darwin. En ese momento parecía un espectáculo natural sin explicación.

Tiempo después, investigadores encontraron que una reacción química producida por la reacción entre la enzima luciferasa y la molécula luciferina.

 

Animales como las luciérnagas lo hacen, y seguramente son el animal que más fácilmente ubiquemos que tiene esta capacidad.

 

En el mar está un poco más esparcido este fenómeno, ya que algas, medusas, peces, crustáceos y hasta microorganismos de plancton (ya cuando hasta el plancton puede hacer algo, quiere decir que está bastante esparcido) tienen la capacidad de irradiar su propia luz, y no, no lo decimos en un aspecto filosófico de que “todos debemos brillar con luz propia”.

 

medusas

 

¿Para qué sirve?

 

En el caso de microorganismos puede servir como mecanismo de defensa ante depredadores. Para animales que viven en las oscuras profundidades del mar el poder crear su propia luz se vuelve un poco más esencial para su vida diaria. ¿Qué tanto? Tan esencial que el 75% de los animales que viven por debajo de los 200 mts de profundidad pueden crear su propia luz. En estos casos la luz funciona como medio de comunicación o para atraer a presas, usando luces intermitentes, como algunos calamares que usan la luz para aturdir peces.

 

Otros calamares, sobre todo los que viven en las profundidades y no tienen la tinta utilizan una mucosidad bioluminiscente que ayuda a confundir a sus depredadores para ayudarle a escapar.

 

Hasta el momento sólo han evolucionado para producir luz verde y azul, porque su frecuencia de onda es la que mejor se desplaza en el agua. Solamente algunos peces tienen capacidad de crear luz roja, por lo que ya casi tenemos el semáforo marino completo.

 

Una de las aplicaciones más increíbles que encontramos de bioluminiscencia son los peces hacha. Los tiburones cazan viendo hacia la superficie, buscando sombras producidas por la luz del sol al mar. Los peces hacha, para contrarrestar esa sombra, producen luz en la parte de abajo de su cuerpo y así evitan ser detectados por los tiburones.

 

O algunas especies de estrella de mar que pueden lanzar miembros de su cuerpo que brillan y llaman la atención del depredador para luego poder huir.

 

Como pueden ver, hay mil y un tipo de aplicaciones para la luz creada por organismos: para sobrevivir, atacar y defenderse, usadas cada una de maneras muy creativas e interesantes.

¿Ya conocían esta habilidad? ¿Qué otro ejemplo nos faltó que también está muy cool?