LA MISIÓN ESPIRITUAL DE TU PERRO (PARTE II)

 

Ya sabemos que más que un ser de cuatro patas, nuestros perros son mucho más. Son especiales, nos calman, nos llenan de alegría y de colores…  

 

En la primera parte hablamos de cómo su primera misión espiritual es acompañarnos tanto física como emocional, y espiritualmente, a lo largo de nuestra vida. Esta vez hablaremos de algo que igual y ya sospechabas… 

 

¿Tú crees que elegiste a tu perro o te eligió a ti? 

 

 

 

Las historias en las que lugares por donde nunca antes pasaba un perro y de repente aparecía un alebrije canino  buscando una caricia no son pura casualidad. Además de la irresponsabilidad de alguien más (¡ya basta de abandonos!), el hecho de que un perro se aparezca en tu vida es porque él te está eligiendo (sí, te mereces ese privilegio de darle un hogar). 

 

 

 

 

Por ejemplo, cuando un padre no quiere animales en su casa (sabes que los hay), y llega un perro rescatado a su vida, se vuelve tan cercano a él que suelen ser las personas más encariñadas con el nuevo integrante familiar. Esto se debe a que quien más necesitaba la cercanía de ese alebrije y guía espiritual de cuatro patitas era quien más se resistía a él. Pero claro, tiene que llegar EL INDICADO.

 

 

Sin importar su raza o sexo, ese ángel peludo tendrá algo peculiar: desde una mirada o una simpatía, sabrás que se trata de la mejor decisión entregarle todo tu amor y dejarte querer por él.  Esa llamada “vibración” te lo confirmará. ?