LA MISIÓN ESPIRITUAL DE TU PERRO
Algo que nos caracteriza a todos los que somos fans de los animales es la apertura y tolerancia hacia los demás. Una empatía especial que solemos reflejar en el trato y cuidados que le damos a los animales, ya sea que se trate de mascotas propias, ajenas, o animalitos en la vida salvaje.
Al final, todos tenemos nuestros propios gustos y creencias, pero siempre compartiendo un común denominador: el amor por los animales, y es dentro de estos gustos y creencias (en conjunción con la tolerancia) que sabemos que dentro de los animaleros podemos encontrar distintas formas de percibir la vida y creer en elementos externos que actúan sobre las cosas que nos pasan o sentimos.
Tu compañero perruno no sólo está presente en tu vida para dar y recibir amor. Además de estar a tu lado de manera física y juguetona, tu perro permanece contigo en un camino espiritual donde te da apoyo, más allá de su colita moviéndose incontrolable de alegría.
Primera misión: Ser un verdadero ángel guardián y protegerte de absolutamente todo.
Tanto de manera individual o grupal, estos guardianes de cuatro pata son más que un integrante familiar, son protectores y aliados para animarte haciéndote fiesta cuando estás triste, incluso con cosas que no habías pensado hasta el día de hoy: absorber tu energía negativa (sí, incluso cuando eres la energía negativa de tu vida).
La realidad es que ellos preferirán recibir la bala antes de dejar que te haga daño y esto sucede tanto de manera literal como en cuestión vibracional. No dejarán que nada te lastime y se interpondrán entre las fuerzas oscuras y tú.
¿Qué puedes hacer para pagarle por esta labor?, ¿Cómo puedes “limpiarlo” para que esa bala de energía no lo lastime?
El amor es primordial y siempre es la respuesta cuando de animales hablamos. Las caricias, mimos y apapachos mantendrá a tu angelito ladrador de buen humor, de tal manera que le será más sencillo sacudirse las malas vibras.
En la segunda parte hablaremos de algo que probablemente ya sepas: nosotros creemos que los elegimos, pero la realidad es que ellos llegan a nuestras vidas porque nos eligen desde un inicio.