LO TERRIBLE DE LAS PELEAS DE GALLOS

peleas de gallos

Para mucha gente las peleas de gallos son parte del folklore mexicano, aunque técnicamente son más bien una tradición asiática que data de hace unos 2,500 años y fue traída a México por los españoles (entre estos y la viruela, nada más no nos dejaban descansar).

 

Para quien no tenga bien claro de que se trata, es una brutal práctica, donde colocan navajas en las patas a dos gallos (no siempre es con navajas, pero es bastante común en gran parte de Latinoamérica) dentro de un ruedo llamado “Gallera” hasta que uno de los gallos deja al otro incapacitado para pelear mientras gente apuesta sobre el resultado. Esto mientras los gallos se perforan pulmones, ojos y todo bajo el estruendo de cientos aficionados (nos va a dar algo).

 

pelea de gallos

 

Como en casos del toreo (ni nos hagan empezar con ese tema) en muchos países es visto como tradición y cultura, pero obviamente es un acto de crueldad.

Lamentablemente en México sólo están prohibidas en la Ciudad de México, Sonora, Coahuila y Veracruz. Parte de lo intrigante de este tema es que abre el debate al enfrentarse a su prohibición acerca de cuál es la diferencia entre esto y producción industrial alimenticia de pollo, ya que en Estados Unidos se consumen 9 mil millones de pollos al año, según una nota de Vice.

 

Claro que no debemos caer en el whataboutism en el sentido de que no hagamos algo al respecto sólo porque también hay otras cosas peores.

 

Un aspecto algo frustrante sobre el tema es que muchas veces los “aficionados” a esta actividad se justifican diciendo que los gallos son peleadores por naturaleza, pero en realidad los gallos carecen de esta característica de manera natural.

Ha sido más la reproducción y cuidado selectivo por parte de los humanos para desarrollar gallos más agresivos. ¿Y saben qué es lo peor de todo (sí, hay algo aún peor)? Que según este mismo artículo de Vice sobre el tema, los gallos rescatados en operativos para desmantelar estos “espectáculos” terminan siendo dormidos, ya que por su condicionamiento ya no pueden estar cerca de otras aves sin atacarlas.Y qué creen, no siempre es con una dulce inyección que los seda antes de otra inyección letal, tienen técnicas bastante violentas (como si no hubieran sufrido ya suficiente).

 

peleas de gallos

 

Un pequeño rayo de esperanza es el cambio en la cultura, enfoque y empatía que tenemos hacia los animales y poder adquirido por diferentes organizaciones en pro de los derechos de los animales. Por ejemplo en 2008 el New York Times ya reportaba el decrecimiento en peleas de gallos en EEUU, mucho apoyado por los cargos de crueldad animal de los que fue sentenciado el exjugador de futbol americano Michael Vick. Por lo que confiamos en que esta tendencia de mayor consciencia y leyes más estrictas en contra de las peleas de gallos van a ir disminuyendo su proliferación, ya que es un acto barbárico, innecesario e inhumano.