¿LOS PERROS CANTAN?

los perros cantan

Todos hemos visto en algún punto de nuestro feed de Facebook algún video viral en el que se muestra cómo tiernamente un perro acompaña con aullidos alguna melodía.

 

La reacción más popular es “¡wow, le encanta esa canción y por esa la canta!”, o algo muy parecido a eso.

 

Pero tal vez nos estamos yendo con la interpretación más simplista y superficial del tema, por lo que quisimos investigar un poco más al respecto.

 

 

los peros cantan

 

 

Una de las explicaciones puede ser que la información que tiene en sus genes desde que compartía manada con otros lobos, en la que por medio de aullidos se ayudaban a identificarse, encontrarse y alertarse. Por eso es común que un perro de la colonia vecina empiece a aullar y el nuestro lo acompañe.

 

De hecho, algunas investigaciones han demostrado que los animales de la familia de los lobos son capaces de distinguir tonos, por lo que cuando varios empiezan a aullar, otros modifican el tono de su aullido para de esa manera diferenciarse. Cuidado, Anna Kendrick, alguien te podría quitar tu lugar en Pitch Perfect.

 

Además, hay que tener en cuenta que los perros detectan frecuencias que nuestro oído no escucha, por lo que es probable que estén aullando a algo que nosotros ni siquiera estemos notando.

 

En los últimos tiempos ha agarrado más fuerza la teoría de que en realidad aullan porque están sufriendo por la música, pero según la Asociación Americana de Perreras, si ese fuera el caso los perros huirían del sonido, no se acercarían para unirse al coro.

 

 

los perros cantan

 

 

Curiosamente, Deborah Wells, una psicóloga de la Queens University en Belfast, se puso a investigar qué efectos tenían distintos tipos de música en los perros.

 

Resulta que el gusto de los perros es bastante… “refinado”.

 

La música pop no provocaba gran cambio en ellos, pero ponerles thrash metal (Metallica, en particular) resultaba en que los perros se pusieran inquietos y ladraran.

 

La música clásica hacía que dejaran de ladrar y se mantuvieran calmados en un lugar en específico, por lo que al parecer la música produce efectos similares en los perros que en los humanos.

 

 

Creo que esto nos ayudará a quedarnos más tranquilos de que en realidad no está haciendo que la pasen mal, sino que podemos dejarlos participar en nuestra banda.

 

De lo único que podemos estar seguros es que si ponemos un disco de Arjona los aullidos sí van a ser de sufrimiento. Broma.