SOBREVIVIENDO AL VETERINARIO

doctor revisando. gato

Hace poco compartimos una nota sobre cómo lograr que nuestro gato se sienta cómodo con los viajes en auto 

Por lo que esa parte de la experiencia al veterinario la vamos a omitir en esta ocasión.

Si tuvieron oportunidad de leerla vieron que es un proceso largo y que requiere paciencia para que todos los involucrados la pasemos mejor.

 

¿Pero qué tal el viaje al veterinario? Esto es el viaje en auto, pero con un mayor grado de dificultad.

 

Según Animal Planet, un 66% de los dueños de gatos los llevan sólo una vez al año con el veterinario. Eso no es por falta de voluntad e interés en su cuidado, bien podría ser porque la experiencia para dueños y gatos suele ser sumamente estresante.

 

 

Doctor cargando a gato

 

Estos viajes difícilmente serán siempre “miel sobre hojuelas” aún con estos consejos, pero con que logremos hacer que mejoren y no sean tan difíciles para nuestro gato, habrá valido la pena:

 

1.Ayudemos a que se acostumbre a ser tocado: Aún cuando nosotros no sepamos nada de medicina, podemos simular revisiones de pies a cabeza ya que esto le ayudará al veterinario después, porque nuestro gato estará un poco más acostumbrado a este tipo de tacto.

 

Además de que hacer esto seguido, nos ayudará a detectar algo inusual en nuestro gato.

 

2.Que se vuelva amigo de su transportador: Si solamente usamos el transportador para llevarlo al veterinario, que de por sí no es su viaje favorito, lo más probable es que asocie este objeto con algo estresante. Lo que podemos hacer es dejarlo que se duerma siestas allí, o cuando entre (estando en la casa) darle premios. Esto ayudará a que la transportadora sea algo más cotidiano y no un objeto que anuncia que llegó el temible día de la visita al veterinario.

 

3.La sala de espera bien podría estar en el top 5 de cosas que más estrés le causan a los gatos. Obviamente lo ideal sería agendar la cita en un horario en el que el doctor esté menos ocupado, porque será menos probable que la sala de espera esté llena de más animales y gente.

 

Como hemos platicado en otras notas, los gatos no aprecian lo inesperado, por lo que tener perros, mucha gente y otros gatos es la peor receta para mantenerlos calmados.

La recomendación sería tenerlo siempre en su transportadora, donde él se sienta más seguro, y el resto de animales en la sala de espera también puedan estar protegidos de algún ataque de nervios. Esta transportadora debe tener, idealmente, espacio suficiente para que pueda ponerse de pie y dar la vuelta sin problema.

 

Otra cosa que se puede hacer es colocar una toalla o manta encima que tenga el olor a casa, para que así no se sienta tan fuera de lugar.

 

Evitemos dejar el transportador en el piso. Normalmente las salas de espera bien acondicionadas para gatos tienen repisas o muebles donde podemos tenerlo nuestro gato (siempre dentro de su transportador) en una posición elevada.

 

4.Con los pacientes felinos como con los humanos, la confianza entre paciente y doctor hará una gran diferencia.  Muchos veterinarios tendrán la costumbre de crear un tipo de vínculo con nuestro gato antes de empezar la revisión, pero si no lo hace, nosotros  podemos hacerle el comentario de que lleve con calma su examen.

 

doctor revisando. gato

 

También sirve que se le hable con voz calmada (al gato, aunque al doctor tal vez también), ya que aunque toda revisión va a ser incómoda, un tono tranquilo podrá ayudar a calmar a nuestro gato.

 

Llevar una buena relación con nuestro veterinario será esencial, ya que esa sensación de seguridad y confianza la podremos transmitir a nuestro gato. Si estamos teniendo problemas para resolver todas nuestras dudas con el veterinario, tanto por teléfono como en consulta, tal vez lo mejor sería buscar a alguien con quien haya mejor comunicación, ya que nuestro gato apreciará esa armonía.