LEPTOSPIROSIS CANINA

leptospirosis canina

Constantemente nos gusta recordarte la importancia de brindarle a tu mascota calidad de vida en todos los aspectos, y sin duda uno de los más importantes es la salud, esto significa llevar sus vacunas al día, ya que consideramos que la prevención será siempre la mejor medicina.

En esta ocasión vamos a hablar de una enfermedad sumamente peligrosa para tu perro, pero no se trata de alarmarse, sino de tomar las medidas necesarias para evitar que se contagie. La leptospirosis canina es causada por una bacteria llamada “leptospira”, la cual se encuentra presente en todo el mundo. El contagio ocurre cuando el perro entra en contacto con agua estancada contaminada con orina de otro espécimen infectado, y la bacteria entra a través de alguna herida en la piel del animal.

leptospirosis canina

Un gran peligro que representa la leptospirosis, es que es una enfermedad que puede transmitirse a los seres humanos a través de la orina de un perro infectado, por lo que su prevención se vuelve aún más importante, sobre todo en casos donde hay niños pequeños.

¿Cómo detectar si tu perro es portador de esta bacteria?

Lo primero que debes tomar en cuenta, es que el aspecto de los síntomas puede ser muy variante, ya que pueden ser desde inexistentes a muy graves, pudiendo desencadenar en la muerte del animal.

Los síntomas pueden ser:

– Fiebre alta 

– Gastroenteritis, con vómitos y diarrea que pueden contener sangre

– Ictericia (coloración amarillenta)

– Orina oscura

– Deshidratación acusada

– Congestión de las mucosas

– Letargo

– Insuficiencia renal aguda

leptospirosis canina

El tratamiento y cuidados son esenciales para una recuperación satisfactoria y básicamente consiste en antibióticos y medicación para controlar diarrea y vómito, y en general para evitar daños severos en los órganos. En cuanto a los cuidados que deberás darle, es procurar que siempre se mantenga hidratado con sueros (los que indique el veterinario) y tenerlo en un lugar cómodo y muy limpio.

Algunos perros pueden recuperarse lentamente y posteriormente volver a sufrir ataques recurrentes, sin embargo esto no es 100% seguro por lo que ante cualquier sospecha debes llevarlo lo más pronto posible con su médico veterinario de confianza.