PERRO CONTRA EL MURO DE ENERGÍA INVISIBLE

perro sentado en la puerta

No es raro que nos suceda que no veamos una puerta de cristal, acrílico o de malla y le demos un saludo muy, muy cercano con nuestra cara.

Evidentemente esto puede tener un poderoso efecto en nuestro subconsciente volviéndonos ultracuidadosos cada vez que vamos a cruzar un umbral para evitar que vuelva a suceder tan penosa situación.

 

No sabemos si lo mismo le pasó a este perro, porque si sí, te entendemos, perrito…te entendemos.

 

 

 

Como podemos ver, ya no importa si la puerta está abierta o cerrada, este perrito no piensa cruzar hasta no recibir confirmación de que le abrieron la puerta. Siendo sinceros, lo entendemos; ya no se puede confiar en esas traicioneras puertas.

Fuente: Jensen Kendall