LAS ABEJAS SE ESTÁN BENEFICIANDO DEL CONFINAMIENTO POR COVID-19
Debido al confinamiento por la crisis de covid-19, este podría ser el año en el que salvemos a las abejas.
Desde hace algunos años, hemos venido recibiendo noticias donde se alerta de una crisis a nivel mundial en relación a la población de abejas y cómo esta se ha ido reduciendo de manera alarmante, lo cual pone en un peligro inminente el balance vital del ecosistema global, además de una serie de implicaciones negativas directas para el ser humano, como por ejemplo un colapso en la agricultura y por ende en el abastecimiento de alimentos.
¿Qué tan grave es esto?
Bastante, sobre todo si consideramos que el desarrollo del total de productos del campo que son para consumo humanos, ¾ partes dependen de especies polinizadoras (como las abejas). Entre estos alimentos destacan la mayoría de las frutas, semillas y nueces, cuyos grupos alimenticios representan una fuente sumamente importante de vitaminas A, C y ácido fólico, además de un sinnúmero de micro-nutrientes.
Así de grave, es tener a las abejas en peligro.
Ahora, en estos tiempos de pandemia, han sido innumerables las noticias que hemos recibido acerca de cómo la naturaleza ha ido recuperando territorio y afortunadamente el caso de nuestras pequeñas amigas, no es la excepción.
Según datos de Plantlife, la organización europea más grande en conservación de plantas silvestres, el confinamiento por el que atravesamos, la reducción de tráfico vehicular y de personas en calles, campos, caminos, etc., ha permitido el resurgimiento de plantas y flores en espacios donde el ser humano transita con regularidad provocando que la flora se vaya “alejando” de estos sitios.
Al permitir el resurgimiento de estas plantas silvestres en más espacios, se beneficia a la población de abejas ya que ahora estas tienen más terreno para recolectar el polen y a su vez esparcirlo por campos, generando de nuevo el ciclo de vida que les permita crecer a sus anchas.
Y no solo las abejas se benefician con el aislamiento de humanos en sus hábitats, también pasa con mariposas, murciélagos, colibríes, y toda la fauna que depende de la flora silvestre para su desarrollo.
Con las acciones tomadas ante la crisis por coronavirus, es increíble ver lo poco que se necesita para notar un cambio benéfico tan grande para nuestro ecosistemas y así poco a poco regresar los procesos naturales a la normalidad, creando armonía y balance entre distintas especies, incluyéndonos.
Y recuerda: #QuédateEnCasa
