LOS PERROS Y SUS REACCIONES A LOS ABRAZOS

dueña abrazando a su perro

Muchos de los dueños de perros no logramos contener nuestra emoción y cariño por ellos y cedemos ante las ganas de abrazarlos como si fuéramos Elvira y ellos un pequeño animal de caricatura. Pero debemos tener en cuenta que este gesto de cariño es muy de humanos y los perros no están precisamente preparados o acostumbrados a recibirlos, por los que se pueden sentir incómodos.

 

La tolerancia de los perros hacia los abrazos varía bastante, en realidad: desde los que los aman (de su dueño) pero no nadie más, hasta los que creen que es pésima idea.

 

De acuerdo a la Dra. Patricia McConnell, conductista animal, el hecho de que a nuestro perro no le gusten los abrazos no quiere decir que no nos quieran. Entre humanos e incluso entre bonobos y chimpancés (de nuestros primos más cercanos) esta es una forma esencial de relacionarse y demostrar afecto, por lo que nos parece increíble que alguien no lo tome de buena manera.

 

 

Pero, ¿por qué?

 

 

Solo es necesario recordar todas las interacciones que hemos visto entre perros, incluso entre los que tienen las mejores relaciones. Sabemos que mucha olfateada, juegos, brincos y todo…pero nunca nada remotamente cercano a abrazos. Lo más cercano a abrazos definitivamente no quiere decir “amistad” en idioma perruno.

 

Este signo de poner un brazo sobre su hombro (como se suelen dar los abrazos)  sí se llega a dar entre perros, pero como un símbolo de control o dominación por recursos, que no es precisamente lo que queremos transmitirle a nuestro perro mientras le hablamos como bebé.

 

La Dra. McConnell también dice que el poner las patas sobre los hombros lo llegamos a ver cuando perros juegan, pero esto no necesariamente quiere decir que se tome positivamente, ya que quien está poniendo sus patas encima generalmente está medio haciendo bullying a otro perro.

Según McConnell, los Golden Retrievers son más adeptos a este tipo de muestra de afecto, pero muchos otros perros lo sentirán como una amenaza, se van a poner rígidos y dudando qué hacer. Tal vez sólo con las orejas hacia atrás y lamiendo su boca como señal de ansiedad.

 

 

Señales de que está incómodo

 

 

Lo peligroso de incomodar a nuestro perro, o el de alguien más, con abrazos es que generalmente el abrazo implica tener nuestra cara muy cerca de su boca, lo que quiere decir que si en algún momento se desespera eso va a terminar muy mal.

Un consejo que nos da la Dra. McConnell es tomar una foto cuando lo abrazamos. Esto es porque generalmente cuando le damos un abrazo no podemos ver la expresión en su cara y nosotros así de “claaaaro que le gustan los abrazos” y ya cuando vemos la foto podemos notar que está odiando su vida en ese momento.

 

 

Examen rápido: ¿cuál de los 2 perros creen que esté disfrutando el abrazo?

 

 

 

dueño abrazando a su perro

 

dueña abrazando a su perro

Imágenes de Shutterstock

 

¿Ya ven cómo si es posible identificarlo por las señales físicas que dan?

 

Digamos que nosotros demostramos nuestro afecto de manera primitiva mientras que ellos lo hacen de manera canina. Es como si nosotros quisiéramos llegar a lamer a nuestros amigos, seguramente eso no terminaría muy bien.

 

Tratemos de ser empáticos y ponernos en sus patitas para saber qué es lo que están interpretando y recibiendo de nuestra parte y de esta manera entenderemos mejor lo que sienten. Y recuerden, aunque no les gusten nuestros abrazos sí nos quieren, no nos lo tomemos personal.