GASES EN GATOS

Los gases o flatulencias son muy comunes en los mamíferos, sobre todo en las mascotas y aunque en los perros es mucho más común que en los gatos, estos últimos pueden desarrollar flatulencias cuando la comida se fermenta en el tracto digestivo, cuando han tragado aire después de comer mucho o demasiado rápido, o debido a un trastorno del estómago, del intestino delgado o del colon. Esto no siempre significa que exista un problema serio en su sistema, ya que la mayoría de las veces es algo normal. 

Normalmente los dueños de gatos se dan cuenta de las flatulencias cuando el olor es fuerte y maloliente y si esto es frecuente, es necesario prestar atención especial. Los gases suelen ser inodoros, o sea que no es fácil distinguir cuando están teniendo problemas digestivos. Si observas en ellos falta de apetito, vómito, abdomen hinchado, pérdida de peso, problemas en el tránsito intestinal y ruidos estomacales, es momento de ir al veterinario. 

Siempre la alimentación es la causante en la flatulencia de tu mascota, esta debe ser la adecuada, ya que cuando su dieta se basa en productos como el trigo, la soja o el maíz su sistema digestivo no está preparado para metabolizar este tipo de nutrientes. Comer bajo estrés, también afecta al estómago del gato, por ejemplo si existe otra mascota en casa y pelean por ver quien come antes que el otro. Las bolas de pelo también pueden ser otro factor, estas se forman en el estomágo, los parásitos intestinales, el síndrome del intestino irritable o la disfuncionalidad del páncreas. 

Si tu gato presenta exceso de gases, lo primero que debes hacer es checar su alimentación, cepillar su pelo constantemente para evitar formación de bolas y promover un estilo de vida activo. También existen medicamentos naturales que alivian los gases como el carbón activado. No olvides siempre supervisa su comida y sobre todo a llevarlo al veterinario en caso de que presente algún malestar.