¿QUÉ SIGNIFICAN LAS OREJAS FRÍAS EN LOS GATOS?
Las orejas de tu felino son un elemento muy importante en el cuerpo de este animalito, ya que dentro de sus sentidos, el oído es de los más valiosos. Son capaces de escuchar sonidos con una frecuencia de 100,000 hz en comparación con los 20,000 hz de los humanos. Además estas pueden cambiar su temperatura frecuentemente, aunque presenten una temperatura inferior a su temperatura normal, eso no indica que tenga frío tu animalito. En algunas ocasiones desarrollan un descenso grave en su temperatura corporal o hipotermia que puede deberse en gran parte a condiciones médicas o ambientales.
Cualquiera que tenga la oportunidad de convivir con gatos debe saber que la temperatura normal va entre los 38º y 39ºC, esta temperatura que para nosotros resulta alta, se percibe en los gatos por encima de las orejas. Además cambian rápidamente ante ciertos cambios climáticos y el estado circulatorio del gato, pueden presentar temperaturas altas sin necesidad de tener fiebre o frías sin que tengan hipotermia. Sin embargo se debe estar muy pendiente ya que si tiene las orejas frías y además se comporta de manera extraña, podrían ser signos de hipotermia felina.
Los gatos que más sufren las consecuencias del frío suelen ser los gatos bebés, de raza pequeña, viejitos, los que son muy delgados por falta de grasa protectora o aquellos que tienen enfermedades metabólicas que alteren su capacidad de regular la temperatura corporal. Algunos de los síntomas que suelen presentar es la rigidez muscular, calambres, temblores, disnea, letargo, somnolencia, entre otros.
Cuando tu gatito tenga temperatura baja, hipotermia o frío extremo y sus orejas están frías, procura mantener el ambiente a una temperatura adecuada para aumentar su temperatura corporal gradualmente utilizando calefacción, si tu mascota está mojada, procura secarla rápidamente; abrázalo y cargarlo para transmitirle calor, abrígalo con mantas, evita las salidas si afuera hace mucho frío, administra glucosa para revertir o evitar la hipoglucemia.
Recuerda que si observas signos evidentes de que está pasando un mal rato, debes acudir con tu veterinario de confianza para evitar graves consecuencias.
