¿POR QUÉ LOS PERROS CHICOS SUELEN VIVIR MÁS?
Los perros vienen en todos colores, formas y tamaños. Y aunque adoramos a todos por igual, tristemente debemos aceptar que ciertas tallas de perros tienden a tener vidas más cortas que otras.
Pero son de esos hechos que damos por sentado y jamás nos preguntamos a qué se debe. Y como en este sitio somos ultracuriosos nos pusimos a indagar a qué se debía esta situación.
Como les platicamos en nuestra nota de Cómo medir la edad de los perros, los expertos consideran que los perros de razas más pequeñas se convierten en adultos mayores a partir de los 7 años (humanos, no de perros), mientras que las razas más grandes llegan a este punto entre los 5 y 6 años.
Este fenómeno es curioso, porque en el reino animal, y hablando en específico de los mamíferos, suele ocurrir justo lo contrario: mientras más grande, más viven. Lo podemos ver entre las ballenas y elefantes, que tienen vidas más largas que…pues básicamente casi el resto de mamíferos, porque todos son más chicos que ellos.
Pónganse sus lentesitos de científicos, porque aquí es donde se pone padre:
De acuerdo a Cornelia Kraus, una bióloga evolutiva de la Universidad de Göttingen en Alemania, por cada 2 kg de peso de un perro, la expectativa de vida de un perro se reduce en 1 mes.
Lo triste es que esto aún no tiene mucha explicación, debido a que la gerontología canina es un área que apenas está en desarrollo. Pero se tiene la teoría de que el ritmo acelerado de crecimiento que tienen los perros más grandes, los vuelve propensos al crecimiento anormal de células, lo que puede provocar más enfermedades, como cáncer.
Ya existen programas como el The Dog Aging Program que buscan entender mejor a qué se deben este tipo de situaciones.
Podemos entender que haya un grupo de científicos que con voltear a ver a su mascota es más que suficiente para tener toda la motivación en el universo para encontrar una manera de alargar la cantidad y calidad de vida de los perros.
Obvio todos queremos saber a qué se debe este envejecimiento acelerado, pero también sabemos que sin importar la etapa en la que nuestro perro se encuentre, lo vamos a querer igual. Aunque, como dijera “Chente”, su pelo ya pinte algunas canas, no deja de ser nuestro compañero en el corazón.
